Reformas recomendables para poner tu vivienda en alquiler
Se acerca la primavera y muchos propietarios de segundas viviendas se preparan para reformarlas con intención de alquilarlas durante el verano o en septiembre. El aspecto con que se presenta la propiedad es fundamental para que el inquilino se sienta dispuesto a vivir en ella. Además, una reforma en condiciones garantizará la durabilidad del inmueble.
Sin embargo, invertir en una reforma supone gastar dinero. Es importante tener claras las prioridades de la reforma para optimizar al máximo el presupuesto. Por eso en este artículo os expondremos algunas pautas que os aclararán las ideas.
Por supuesto, los siguientes consejos también serán de utilidad a aquellas personas que vayan a alquilar una casa o un apartamento y quieran efectuar una primera valoración.
Deshazte de los trastos
Muchos propietarios utilizan sus segundas viviendas como un trastero donde guardar viejos muebles y artefactos con valor sentimental. Pero probablemente tu inquilino preferirá encontrar el inmueble despejado, sin cómodas antiguas ni manteles de macramé. Por mucho cariño que les profeses, deberás aprender a prescindir de los elementos superfluos.
Un hogar sin obstrucciones, con el mínimo de cacharros de por medio, lucirá un aspecto más amplio, luminoso y nuevo. Por lo tanto, será más fácil alquilarlo y asegurar unos precios acordes a su calidad.
Limpieza a fondo
Entrega la vivienda como a ti te gustaría encontrarla: esta es la regla de oro en las relaciones diplomáticas entre arrendador y arrendatario (¡y es bilateral!). Para ello será necesario que la limpies a conciencia, sin olvidar los espacios más recónditos, como el interior de los armarios, la parte trasera de los muebles (¡son nidos de ácaros y moho!) y los desagües.
También se recomienda reparar los arañazos de los muebles y pintar las paredes para crear un ambiente totalmente pulcro y renovado. No hace falta volverse ultracreativo con la elección de la pintura, simplemente restaura las habitaciones que se hayan quedado anticuadas. ¡La cerámica verde o marrón para el baño ya no está de moda!
Elige colores neutros y luminosos que no desentonen con el mobiliario y que sean fáciles de querer. Si tu presupuesto no alcanza para pintar toda la casa, plantéate restaurar cada año una o dos habitaciones. ¡Y considera contratar a un buen profesional!
Arregla el baño y la cocina
El 40 % de los arrendatarios estima que la apariencia del cuarto de baño es un factor decisivo a la hora de establecerse en un nuevo hogar. Por eso deberías comprobar que la porcelana del mobiliario sanitario ostente un blanco impecable, que el agua discurra correctamente y que el olor a humedad no impregne el entorno. Si las cortinas amarillean o las mamparas verdosean, dale máxima prioridad al aseo.
Lo mismo sucede con la cocina. Los electrodomésticos van quedándose desfasados y tal vez la esencia de antiguos ocupantes permanezca en el microondas, en el horno, en el filtro del extractor y hasta en la nevera… Mantener las prestaciones de la cocina limpias y actualizadas (¡revisa también los azulejos!) contribuirá al bienestar de tus inquilinos.
Cambia el colchón
Pasamos durmiendo un tercio de nuestra vida, así que es importante que el colchón donde descansamos sea de calidad. Aunque no lo sepamos, en él pueden habitar más de dos millones de ácaros. Por eso se recomienda renovarlo cada ocho o diez años.
Pero cambiar el colchón no es solo una cuestión de higiene, sino de hospitalidad. Si tú fueras el nuevo inquilino, también te gustaría estrenar una cama nueva en vez de ocupar los huecos del anterior ocupante. ¡Y aún más si se ha ablandado o si se clavan los muelles!
El peso y el polvo estropean algunos somieres: los más antiguos llegan a presentar láminas hendidas y partidas. Por ello tampoco sería mala idea renovar toda la estructura de la cama. Si necesitas un somier nuevo, en Verdustore los hay de gran calidad, desde 80 cm a 150 cm, y además se pueden transformar en estructuras abatibles. Si necesitas ahorrar espacio al máximo, también hay literas abatibles.
Instala algún mueble distintivo
A las personas nos gusta darle un toque de personalidad a nuestros hogares. Y si encima esos elementos característicos cumplen funciones prácticas, mejor que mejor, así que, ¿por qué no aprovechar la reforma para mejorar las cualidades del inmueble?
Tus futuros huéspedes quedarán prendados de tu vivienda si les descubres, por ejemplo, una mesa convertible instalada en su salón. Son asequibles, relativamente fáciles de montar, y muy funcionales: tan pronto parecen simples mesas ornamentales como se transforman en superficies apropiadas para comer o trabajar. Los inquilinos se imaginarán cenando en una mesa elevable Feudo o reuniendo a sus visitas en torno a una mesa extensible Consola, y no querrán ver ni una oferta de alquiler más.
El espacio es un bien muy preciado, sobre todo en las grandes ciudades. Métodos para aprovechar las dimensiones de una vivienda hay muchos, pero queremos destacar los nuevos modelos de patas plegables, que se instalan individualmente o por pares, y que le otorgan a las mesas una movilidad insólita. Podrás dejarlas escondidas en algún altillo o detrás de algún mueble, y extenderlas rápidamente en el momento en que las necesites.
Si lo último que les enseñas es el dormitorio, y accedes a él mediante una llamativa puerta Granero con sistema de cierre amortiguado, no cabe duda de que les impresionarás. Y si además enciendes una tira de leds flexible dispuesta a lo largo del canapé o en el borde del cabecero, prepara el contrato y las llaves, porque acabarán enamorados.
Muy buen artículo!
Muchas gracias..